Bicentenario en Guatemala. Los criollo-ladinos celebran su colonialismo interno
Guatemala es, pues, un país que se jacta de una independencia fundada en el robo, el asesinato, la represión y la expulsión de sus ciudadanos. Una independencia que no es más que una burla para quienes estamos conscientes de la subordinación de este país y sus elites, quienes se hincan ante el capital transnacional. Es un país incapaz de atender las necesidades más básicas de sus habitantes. Hoy, la pandemia del COVID-19 desenmascara a un gobierno inepto, solamente interesado en el bienestar de sus propias células estructurales y económicas, juramentando hasta jueces corruptos para proteger sus privilegios políticos.